- Un boleto de ida y dos valijas de sueños
- Aquél día de abril
- ¿Dónde estabas cuando cayó el muro?
- De objetos perdidos y hallazgos repentinos
- La casa del castillo o la añoranza por la lejanía
- Contacto sobrenatural: Aullidos finales
- Contacto sobrenatural: El arqueólogo
- Contacto sobrenatural
- Roland
- En un mercado medieval
- De como Alioth conoce a Nihao
- Una reunión genial
- Un instante
- Cultivo una rosa blanca
- Ritual de luz
- Emulación de procesadores del futuro
- Grecia en imágenes
- Los cuatro forasteros
- II.Quattroball: La justa y el jolgorio
- I.Quattroball: Con Werner a Werneck
- Velando armas
- Una gota antes del desbordamiento
- Carrera nocturna o de cómo llegué a ser Angela Schwarz
- Sobredosis
- ¿Qué son las despedidas?
- Una noche borrascosa en Berín.
- Desde 1429
- Encuentros en el castillo Richmond
- La importancia de las cosas
- Turismo en el tiempo y otras dimensiones
- El café de los cicleros
- Don Pinto y Pintito
- Renacer
- El mito de la esperanza
- A veinte años
- Policromía mundialista
- Después de la lluvia
- Sente – Acción en el área 56
- Fuseki – El comienzo de la partida
- Bajo el caudal
- Entre las líneas imaginarias del diamante
- Los mexicanos en el mundial
- El enigma sagrado
- El inquisidor
- Estamos al aire
- La obertura paradójica del inconsciente o ¿qué fué lo que me trajo a Alemania?
- Política, lógica y esquizofrenia.
- Parece mentira
- Sincronismos ejemplares
- Rumbo al mundial: Violencia contra extranjeros.
- Dos golpes de revés
- Una caminata de pascua
- Breves notas cerveceras.
- Bienvendos a la guagua
- Sobre las grandes aguas
- Paisamor o misión Mariposa
- Tenerife amable
- La frescura y las refrescadas.
- Buenavista Social Club y la nostalgia imperialista
- Gauss en la tlapalería
- ¡Arriba la cortina!
